La maduración de la carne es un proceso clave para lograr cortes tiernos y llenos de sabor. Existen dos métodos principales: la maduración en seco y la maduración en húmedo. La maduración en seco consiste en colgar la carne en ambientes controlados durante semanas, lo que concentra los sabores y mejora la textura. La maduración en húmedo, por otro lado, implica envasar la carne al vacío, permitiendo que los jugos naturales penetren en los tejidos. Cada técnica aporta características únicas: la carne seca ofrece un sabor más intenso y una textura firme, mientras que la húmeda mantiene la jugosidad y suavidad. Un steak house de calidad selecciona cuidadosamente los cortes y el método de maduración para garantizar que cada plato sea una experiencia excepcional. Además, conocer el proceso permite al cliente apreciar la diferencia y entender la dedicación detrás de cada porción servida.
